La técnica de Sandplay, o terapia de la caja de arena, es un enfoque terapéutico que ofrece un espacio seguro y libre de juicios para que la persona exprese su mundo interno a través de figuras y escenarios creados en arena. Esta metodología, desarrollada originalmente por Dora Kalff e inspirada en la psicología analítica de Carl Gustav Jung, permite que emociones, recuerdos y conflictos difíciles de poner en palabras puedan manifestarse de forma simbólica.

En la práctica, las personas eligen figuras y objetos para colocarlos en la arena, construyendo una representación de su mundo interior. El terapeuta observa, acompaña y sostiene el proceso sin intervenir en exceso, favoreciendo así que surja una narrativa simbólica propia. Este juego profundo facilita la integración de experiencias, la resolución de bloqueos emocionales y el fortalecimiento de la personalidad, abriendo caminos hacia la sanación desde un lugar creativo y no invasivo.

Más que un simple "juego", el Sandplay es una invitación a explorar, comprender y transformar lo que habita en nuestro interior.